Madrid acoge desde hoy hasta el 13 de diciembre la Cumbre del Clima (COP25), bajo la presidencia del Gobierno de Chile y con el apoyo del Gobierno de España. Como destaca el Ministerio de Transición Ecológica, en la COP25 se abre una nueva fase en las negociaciones climáticas para que la temperatura no aumente más de 2ºC a finales de siglo respecto a niveles preindustriales, y si es posible no supere los 1,5ºC.
La normalización es un aliado estratégico de las organizaciones en la lucha contra el cambio climático, ya que proporciona herramientas útiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), adaptarse a los efectos del cambio climático y alinear una adecuada financiación para conseguir estos objetivos.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) participa en la COP 25 de Madrid el 4 de diciembre, subrayando la contribución de los estándares ISO para la transición hacia una economía neutra en carbono. Las
normas ISO proporcionan las buenas prácticas, conocimiento, colaboración y el compromiso de los países que requiere este desafío global. Así, existen 220 normas internacionales ISO en el ámbito climático que aportan credibilidad, coherencia y transparencia en este proceso. En conjunto, hay más de 600 normas ISO que ayudan a las organizaciones en su estrategia para la protección del medio ambiente.
En España, la Asociación Española de Normalización, UNE, tiene un destacado papel en el desarrollo y aplicación de estos estándares ISO, llevando la voz de los expertos y la industria española a los foros mundiales en los que se elaboran. La influencia española se realiza a través del grupo
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Cambio Climático, en el que participan, entre otros, una representación de diferentes sectores económicos junto a Administraciones Públicas.
Ejemplos de estándares en este ámbito son la serie de normas
UNE-EN ISO 14064 que establece metodologías para la cuantificación de GEI de las organizaciones y de proyectos de reducción de emisiones, así como los requisitos para su verificación. En el caso concreto de la huella de carbono de los productos y servicios, la norma de referencia es la
UNE-EN ISO 14067.
Por su parte, los requisitos que tienen que cumplir los organismos que realizan esta verificación se contemplan en las normas UNE-EN ISO 14065 y UNE-ISO 14066. La comunicación fiable de estas huellas de carbono es un factor relevante, que se aborda en la norma UNE-EN ISO 14026.
En el ámbito de la adaptación al cambio climático, la familia ISO 14090 permite establecer el marco adecuado, evaluar la vulnerabilidad y el riesgo, y establecer planes de adaptación.
Por su parte, la futura Norma ISO 14097 ayudará a alinear las inversiones económicas de las organizaciones con los objetivos climáticos.
ODS
Además, las normas facilitan a las organizaciones la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el cambio climático y el medio ambiente. Así, ayudan a lograr el ODS 13 sobre acción sobre el clima; el ODS 15 vida de ecosistemas terrestres o el ODS 7 energía limpia y asequible.